Las alteraciones posturales son un factor importante a considerar cuando existe un dolor músculo-esquelético. La pérdida del balance corporal genera desequilibrios y compensaciones en múltiples partes del cuerpo. Estos desequilibrios, a veces imperceptibles, son los causantes de muchas lesiones músculo-esqueléticas.
La idea del tratamiento no es llevar a la persona a que se vea igual a los modelos de un libro de posturología, sino más bien, a un estado de equilibrio de su cuerpo, donde su postura cumpla con 3 requisitos: sea económica (mínimo gasto energético), tenga el menor estrés sobre los tejidos y produzca la máxima funcionalidad posible.
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