El nervio ciático es un nervio períferico que nace del plexo lumbosacro. El plexo lumbosacro va desde L4 hasta S3. De acá se forma el nervio ciático (entre otros), el cual se divide en porción tibial y fibular. Esta división se genera, en general, a partir de la región poplítea (zona posterior de la rodilla). En otras ocasiones la división se genera más arriba, siendo menos frecuente. Otro punto anatómico importante es que el nervio ciático, a nivel del glúteo, pasa por debajo del músculo piramidal o piriforme. En menos ocasiones pasa por encima o atraviesa el músculo, lo cual lo hace más susceptible a lesionarse.
Muchas personas consultan a médicos y/o kinesiólogos por la “ciática”. Esto porque sienten un dolor en la espalda o la “cintura” con irradiación hacia la pierna por la zona posterior. El problema es que en muchas ocasiones esto no corresponde a un problema del nervio ciático.
Para que haya un problema con el nervio ciático debe haber un dolor irradiado, con características de hormigueo, adormecimiento, electricidad, dolor quemante, etc.; y el dolor debe irradiarse por debajo de la rodilla. Cuando el dolor llega hasta o sobre la rodilla, generalmente, corresponde a un dolor de tipo facetario (articualción de una vértebra con otra). Se produce una mala posición vertebral, pellizcando la cápsula articular e irritando la división medial del ramo dorsal (inervación facetaria). Este dolor es referido, no irradiado. Esto porque no hay ningún nervio periférico afectado que genere un dolor de tipo irradiado. Las hernias discales (L4-L5/L5-S1) generan, en algunas ocasiones, atrapamientos del nervio ciático. Como el núcleo extruye por la zona posterolateral se encuentra con la salida del nervio ciático en el agujero de conjunción. Esto generaría un dolor de tipo irradiado por la zona posterior de la pierna, por debajo de la rodilla.
Pero, ¿cuándo es un problema del nervio ciático en sí? En muchas ocasiones, las personas tienen un problema neural, en donde se afecta el deslizar del nervio. Cada vez que nos movemos el nervio se desliza y converge hacia la articulación en movimiento. Si este deslizar no se realiza correctamente, se generarán trastornos asociados en compensación. Uno de ellos puede ser desgarros a repetición de los isquiotibiales y/o gastrocnemios-sóleos. La musculatura se facilita (aumenta su actividad) para ´proteger el nervio ciático, disminuyendo la compresión sobre el nervio. Esto hace que la musculatura esté más susceptible a lesionarse. Este tipo de lesiones repetitivas es muy frecuente en deportistas.
Otros cuadros del nervio ciático podrían deberse a atrapamientos musculares, como por ejemplo en el piramidal, poplíteo, etc. Entonces, con la Terapia Manual Ortopédica ud. podrá saber con certeza qué es lo que realmente sucede, sabrá con exactitud cuál es la causa del problema y cómo solucionarlo.