El esguince de tobillo es una lesión muy frecuente. Esta lesión se produce en personas sedentarias y deportistas. Existen 3 grados de esguinces de tobillo, los cuales generan distintos porcentajes de daños en los ligamentos peroneos – astragalinos y peroneo – calcáneo. El mayor daño se puede producir con un esguince grado 3, el cual presenta un daño entre un 75% hasta el corte total de los 3 ligamentos. El esguince más frecuente es el grado 1 y, también, el que menos se trata. Para el sistema biomédico, basta con que no haya dolor y el paciente está de alta. Lamentablemente, esto no está bien.
El esguince produce inestabilidad a nivel del tobillo. El tobillo es una de las 3 articulaciones con más receptores propioceptivos del cuerpo. Por lo tanto, su estabilidad es fundamental para el balance de nuestro cuerpo. La inestabilidad del tobillo – pie genera compensaciones e inestabilidad en la zona lumbo – pélvica. Estas compensaciones son importantes de tratar, ya que pueden generar lesiones graves en el tiempo.
Cuando hay dolor en la zona lumbo – pélvica y cadera es fundamental realizar una correcta anamnesis, evaluación del tobillo y estabilidad de la pelvis. Si no evaluamos la zona, trataremos el síntoma sin resultados positivos para el paciente, dejándolo con su dolor, lo cual agravará su condición con el pasar del tiempo. Nuestro tratamiento es importante, ya que de él depende las decisiones clínicas que tome el paciente en el futuro (infiltraciones, manejo del dolor con antiinflamatorios, cirugías, etc.). No espere a tomar malas decisiones para resolver su dolor.