El Sistema Inmunológico es vital para nuestro desarrollo y supervivencia. El sistema inmune se encarga de combatir a todo tipo de agente o cuerpo extraño que ingrese a nuestro sistema. Cada vez que estamos expuestos a estos agentes, nuestro sistema genera una serie de señales y procesos para su eliminación, evitando cualquier tipo de daño. Con el paso del tiempo, nuestro sistema cada vez se hace más eficiente en esta tarea eliminando rápidamente cualquier agente nocivo para nuestra salud.
Lamentablemente hoy en día cada vez somos más susceptibles a enfermarnos, aumentando la frecuencia anual de los mismos. Las alergias están a la orden del día, siendo casi parte de nosotros mismos (normalidad). Las razones del auge de estos cuadros se atribuyen a factores externos medioambientales y la resistencia de virus – bacterias a la farmacología actual. Nuevamente, esto no arregla el problema, sino que lo perpetúa en el tiempo.
El sistema inmune está ligado a nuestro sistema gastrointestinal. En el colon tenemos una serie de bacterias protectoras de los agentes externos nocivos para nuestra salud. Una mala alimentación genera daño en el intestino, produciendo el síndrome de permeabilidad intestinal. Esto hace que los agentes nocivos entren sin control a nuestro sistema, ganando por competencia sobre los nuestros. Si esto se mantiene en el tiempo nuestros órganos y, en especial, el hígado comenzarán a dañarse, dejándonos sin ningún tipo de protección. Esto producirá a futuro daños cardíacos (infartos, circulatorios, etc.), cerebrales (ACV, Alzheimer, demencia, etc.), pulmonares, entre otras.
Para evitar esto debemos cuidarnos de alimentos sintéticos con excesos de químicos, excesos de carbohidratos (en especial los que contienen gluten y altos en fructosa) y azúcares refinados. En cambio, si elevo la ingesta de alimentos fermentados (sauerkraut), verduras, proteínas y grasas saludables (aceite oliva [crudo], aceite coco [prensado en frío], huevo, pescado, frutos secos [almendras], etc.); nuestro sistema inmune irá volviendo paulatinamente a la normalidad, restableciendo todas sus funciones, eliminando las bacterias nocivas y poblando nuestro intestino con bacterias adecuadas para nuestro organismo.
Si ud. se enferma a repetición, presenta lesiones dérmicas sin solución farmacológico, tiene dolor músculo – esquelético el cual no cede con fármacos ni intervenciones médicas – kinésicas, no puede bajar de peso, presenta mareos y vértigo sin causa aparente, entre otras; agende una visita con nosotros y tendrá una evaluación visceral completa con cambios específicos de alimentación para solucionar las disfunciones viscerales encontradas. En poco tiempo sentirá alivio, aumentando su energía diaria y su capacidad para realizar todo tipo de actividades. Podrá bajar esos kilos que no ha podido durante años, manteniéndose a largo plazo y sin rebotes.
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